Descripción

Abono Orgánico Bocashi

La palabra japonesa «Bocashi» significa: cocer al vapor los materiales del abono. Esto justamente explica el proceso de realización de este abono, que consiste en mezclar diversos materiales en grandes pilas o montones a fin de que aumente la temperatura del mismo entorno a los 60 grados y se mantenga durante algunos días, generando la higienización del abono, mientras se eliminan los microorganismos patógenos que puedan existir en los ingredientes originales.

Beneficios del Bocashi

– Es fácil de usar

– Elimina factores de riesgo para la salud.

– Protege el medio ambiente, la fauna, la flora y la biodiversidad.

– Mejora la fertilidad, la nutrición y la vitalidad del suelo.

– Estimula el ciclo vegetativo de las plantas (se observan ciclos vegetativos menores).

– Mayor rendimiento por hectárea: cosechas más seguras y eficientes.

– Fuente constante de materia orgánica.

– Los suelos conservan la humedad y amortiguan mejor los cambios de temperatura, economizándose

-EL volumen de agua y números de riegos por cada cultivo.

– Reduce el escurrimiento superficial del agua.

– Mejora la permeabilidad de los suelos y su bioestructura.

– Favorecen la colonización del suelo por la macro y la microvida.

– Provee a la tierra una alta tasa de humus microbiológico a largo plazo.

– Mayor rentabilidad económica por área cultivada.

– Permite tener mayores opciones económicas y bajar los costos de producción.

 – Los cultivos orgánicos, en los aspectos nutricionales (cantidad y calidad) superan cualquier otro sistema de producción.

– Funciona como una fuente constante de fertiacción residual prolongada, no sólo de macronutrientes, sino también de micronutrientes.

– Aumenta la eficiencia de la absorción nutricional por las plantas, al tener éstas un mayor desarrollo en el volumen del sistema radical.

– Las plantas cultivadas son sanas y vigorosas y no se enferman fácilmente

Ingredientes

Estiércol de cuy, conejo y gallina
  • Cascarilla de arroz

  • Tierra

  • Carbón quebrado

  • Ceniza de fogón

  • Melaza de caña de azúcar

  • Levadura para pan

  • Polvo de piedras

  • Residuos orgánicos de cocina

  • Restos de podas

  • Césped cortado

  • Agua