En la actualidad vivimos en un modelo de desarrollo que socava los cimientos ambientales que sostiene la civilización. Se explota los recursos de la matriz biofísica que permite la vida a un ritmo superior de su capacidad regenerativa. Si bien la consciencia ecológica ha crecido, las medidas que se toman hoy en día son insuficientes para afrontar la crisis ecológica. Por eso es urgente tomar acciones colectivas e individuales para reducir la presión sobre el planeta y para formar parte de las soluciones compensatorias. Muchas son las acciones que se pueden tomar para vivir con mayor responsabilidad ecológica, y el jardín es un escenario ideal para para aportar. El enfoque para diseñar el jardín determinará si cumple funciones ecológicas o y si por el contrario consume recursos excesivos y pone en riesgo la biodiversidad de ecosistemas cercanos. A la hora de decidir qué funciones ha de cumplir el jardín se abre un abanico de opciones.
Hoy en día, uno de los enfoques más innovadores para la conservación, gestión y recreación de la naturaleza, a escala territorial o local, son las Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN). Proponen utilizar los mecanismos y servicios que ofrece la naturaleza para hacer frente a diversos retos ambientales, sociales y económicos. Por ejemplo, implementar fachadas vegetales y techos verdes como barrera aislante para reducir el consumo energético; o elegir especies vegetales que sustenten a insectos polinizadores para maximizar la fecundación de flores y maximizar la producción agrícola; o incorporar poblaciones de nematodos para evitar plagas.
Una de estas soluciones, susceptible a ser implementada en el jardín, es la recreación de humedales para purificar el agua del hogar. Los humedales son ecosistemas capaces de devolver al agua su calidad física, química y biológica, principalmente por el metabolismo de las especies vegetales y de las bacterias benéficas asociadas a estas. Las aguas residuales se clasifican según sus elementos contaminantes, en el hogar se generan aguas grises y negras. Las aguas grises, a diferencia de las negras, no contienen elementos fecales, es el agua que proviene de la ducha, cocina, lavaplatos o lavadora. Contienen elementos fácilmente separables o biodegradables: sólidos, materia orgánica, detergente, aceites y grasas, no suelen presentar sustancias peligrosas. Si el diseño de la red de tuberías del hogar separa las aguas grises de las aguas negras, se puede dirigir el efluente de aguas grises para que sean purificadas en el humedal recreado, exento de patógenos peligrosos y de olores desagradables.
Antes de dirigir el efluente al ecosistema recreado, es recomendable realizar un pretratamiento para separar las grasa y sólidos mediante un tanque séptico. Una vez el agua pase al humedal debe reposar en torno a tres días para que las plantas y las bacterias asimilen y metabolicen los nutrientes excesivos, asimilen metales pesados y oxigenen el agua. La purificación de agua mediante humedales, o fitodepuración, es un método que cuenta con un respaldo científico y ha sido implementado en diferentes escalas en todo el mundo. El agua depurada podrá ser reutilizada de diferentes formas: para regar el jardín, para el agua de duchas o inodoros, para alimentar la piscina, para la limpieza del carro, para alimentar fuentes y estanques del jardín, entre otros usos.
Según el tipo de humedal recreado se puede elegir entre humedales en el que el agua a purificar surja en la superficie o que se mantenga por debajo del suelo. El resto del diseño queda en manos del paisajista y del deseo del cliente. Recrear humedales en el jardín permite reducir la demanda de agua, economizar gastos del hogar, reducir la presión sobre los sistemas de saneamiento generales y desde luego crear un hogar para la biodiversidad ya que el agua siempre atrae a la vida.
